Según René Huygue y Jean Rudel "no se puede comprender ni la amplitud de la subversión traída por el arte moderno ni su despliegue tumultoso, si no se ve en él la expresión de una de las rupturas mayores que han marcado las grandes etapas de la evolución humana" (El arte y el mundo moderno). El arte registra y traduce esas rupturas dentro del conjunto de imágenes en que cada civilización intenta reflejarse, y, si la civilización se transforma, también lo harán las imágenes. Para comprender el arte contemporáneo tenemos que tener presente dos fenómenos: por una parte, el cambio interior que ha sufrido el hombre de hoy y, por otra, situarlo en su medio y observar el cambio de la sociedad y el de su civilización.